martes, 27 de enero de 2009

EL PROCESO COMPLETO DE LA MIEL DE ABEJA EN EL TALMUD


Para los que no saben todavía, el Talmud (התלמוד) es una obra que recoge las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, leyendas e historias.

De acuerdo a lo manifestado en el Pentateuco: Levítico 11: 20, se aprende que la abeja es un ser impuro, cuya ingestión está prohibida, pues así versa: "Todo insecto que vuela, y tiene cuatro patas, abominación será para vosotros".

Sumemos a ello la sabida regla expuesta en el Talmud (Bejorot 7b): "Todo lo que sale de un animal impuro (huevos, leche, etc.), es impuro. Mientras lo que sale del puro, es puro".

Según esta regla, debería causarnos asombro, el hecho que consumimos miel de abeja libremente, sin ningún tipo de advertencia u objeción por parte de los sabios al respecto, es más, ellos mismos lo permitieron. Y ¿cómo pueden permitir algo que sale de un ser vivo impuro?.

Podemos reflexionar al respecto basándonos en que la miel es fabricada a base de néctar de flores, pero no podemos pretender que durante su proceso de elaboración no recibe el agregado de elementos que provienen del sistema orgánico de la abeja, pues si supusiéramos tal hipótesis, el resultado sería que el néctar saldría de la misma forma como ingresó, sin sufrir alteración alguna.

Es imprescindible que la elaboración de la miel reciba algún elemento de la abeja, el cual al mezclarse con el néctar, da lugar a la producción de la miel.

Y del mismo modo como la hierba ingerida por el camello, ingresa a su sistema, y tras un proceso realizado en su organismo, pasa a formar parte de la leche que producirá, resultando la misma prohibida por "todo lo que sale de un animal impuro, es impuro", del mismo modo sería lógico sentenciar que la miel sea prohibida, pues es elaborada por la abeja que es un ser impuro, cuya ingestión es prohibida.

Y aunque hipotéticamente existiera la posibilidad de suponer que la miel se fabrique del néctar sin recibir ningún agregado proveniente del organismo de la abeja, de todos modos, en su aparato digestivo abundan jugos gástricos, como acontece con todos los seres vivos orgánicos que habitan el globo terráqueo. Entonces, al menos a causa de esta mezcla con esos jugos, los sabios deberían haber prohibido el consumo de la miel.

Pero aconteció en los últimos tiempos, que dos grandes descubrimientos al respecto fueron logrados.
1. La abeja posee dos estómagos: uno para la elaboración de la miel, y el otro para procesar los alimentos que consume.
2. En el estómago de la miel, no hay jugos gástricos.
Con este último descubrimiento, quedó solucionado el inconveniente de los jugos gástricos. Aunque aun nos resta resolver el tema de la fabricación, pues algún elemento adicional es necesario que ingrese al néctar para que se origine la miel.

Esto último fue resuelto gracias a un nuevo descubrimiento, el cual revela que como dijimos, la miel procede del néctar de las flores y de la mielada, que es una sustancia constituida por los exudados dulces de ciertas partes vivas de los vegetales y las secreciones azucaradas de algunos insectos.

Estos productos son recogidos por las abejas, para lo cual utilizan la trompa, órgano equivalente a la lengua. Con ella toman las pequeñas gotas que les ofrecen los nectarios o glándulas secretoras de las flores.

El néctar es almacenado en el buche, pequeña bolsa elástica que poseen separada del aparato digestivo, donde se mezclan con enzimas (invertasas) procedentes de las glándulas salivares que inician el proceso de transformación de las sustancias melíferas, en miel.

Dichas enzimas contenidas en la saliva añaden diastasas y en mayor cantidad invertasa, elemento este que hidroliza el azúcar original y compuesto del néctar llamado sacarosa, transformándolo en glucosa y fructosa, es decir, azúcares simples, que son al fin y al cabo, los principales azúcares contenidos en la miel.

Mas tarde, en el enjambre, el exceso de agua se evapora al entrar en contacto con el aire caliente hasta alcanzar un grado óptimo (15-20%). En este momento también hay cambios químicos llegándose a una concentración de azúcares elevada (70-80%). Para acelerar este proceso las abejas aspiran y regurgitan sin cesar el néctar durante un tiempo, y ventilan hasta que finalmente sellarán la celda. Cuanto más largo sea el proceso más contenido biológico y menos humedad tendrá la miel.

Las reacciones químicas enzimáticas tienen lugar lentamente y es durante la maduración y deshidratación cuando los azúcares compuestos (polisacáridos) se descomponen en simples (monosacáridos) y simultáneamente se sintetizan nuevos azúcares.

Una que vez se ha formado la miel, tenemos la posibilidad de analizar su composición. Los Azúcares representan el 80% de sus componentes totales, que como dijimos, provienen de la sacarosa, que se hidroliza y combina para dar un amplio espectro de azúcares, en especial fructosa y glucosa, lo que convierte a la miel en una buena fuente de energía rápidamente aprovechable, ya que son azúcares que se absorben directamente por el organismo.

Respecto a los demás componentes de la miel, contenidos en el 20% restante (pues dijimos que el 80% está formado por azúcares) son los siguientes:
Agua. La media de agua contenida en la miel es de un 18%. Debido a su alta concentración en azúcares tienen gran tendencia a captar agua, es higroscópica.
El resto de los componentes de la miel sólo alcanza en conjunto un 2-3% del total, que ser reparten del siguiente modo y todos provienen de la meteria prima, o sea, el polen o néctar de las flores:Proteínas: en general las mieles son pobres en proteínas.
Sales minerales: se encuentran ampliamente representadas en la miel, aunque las proporciones varían según el origen floral y geográfico de ésta, cuanto más oscura sea la miel, mayor será el contenido en sales minerales.
Vitaminas: provienen de néctar y polen y existen en muy pequeñas cantidades, y siempre dependiendo del origen floral de la miel. La B y la C están mejor representadas y en mayor cantidad encontramos la A, D y K.
Aromas: son sustancias volátiles con características químicas muy variables, y que están en muy poca cantidad.
Ácidos Orgánicos: dan el carácter ácido a la miel, cuyo pH medio es de 3-5 y le confieren parte de las propiedades antisépticas que posee.
Lípidos: prácticamente inexistentes.
Inhibina o factor antibiótico: la miel está dotada de un poder bacteriostático (inhibe el crecimiento de las bacterias) debido principalmente a la acción de varios componentes (principalmente catalasas) alguno de los cuales son destruidos por la acción de la luz o altas temperaturas.
Polen: parte de contenido celular de los granos de polen (aminoácidos, enzimas y pigmentos) pueden atravesar la pared celular enriqueciendo la composición de la miel.
Lo realmente interesante de todo esto es, el descubrimiento últimamente realizado, el cual revela que las encimas segregadas por la abeja, tras lograr su cometido invirtiendo el azúcar compuesto (sacarosa), en azúcar simple (glucosa y fructosa), se desintegran totalmente, por lo que la abeja expulsa la miel terminada de su organismo, absolutamente limpia de todo componente proveniente del mismo, por lo tanto, la miel sale absolutamente pura.

De este modo, queda a nuestra disposición este alimento tan valioso, del cual se ha descubierto que posee la mayoría de los elementos minerales esenciales para el organismo humano. Pues se constató la presencia de fósforo, hierro, calcio y cobre.

Estas materias minerales se absorben directamente por el aparato circulatorio. De aquí que por su contenido en hierro, útil para los anémicos, y en fosfato de calcio, altamente remineralizante, se recomiende en las afecciones de los huesos y de los pulmones.

Se han encontrado igualmente en la miel: magnesio, azufre, yodo, cloro, potasio, y un conjunto extraordinario de oligoelementos esenciales para el organismo tales como: manganeso, silicio, boro, cromo, aluminio, litio, níquel, plomo, estaño, titanio, zinc, cadmio.

Es curioso constatar un paralelismo cuantitativo de ciertas sales minerales entre la sangre humana y la miel. Se encuentran cifras muy próximas especialmente en lo que concierne al magnesio.

El complejo vitamínico se centra en las vitaminas: A (antixeroftálmica), E (de la fertilidad) y K (antihemorrágica).

También han sido descubiertos trozos de vitamina C, 81 (tiamina), P.P . (ácido nicotínico) y vitamina 82 (riboflavina).

Y, por último, aparecen también en la miel sustancias coloides de muy diferente naturaleza como materias proteicas, partículas de cera, granos de polen, enzimas, hormonas y antisépticos. Entre este conjunto de sustancias hay que destacar a las enzimas o fermentos siguientes: diastasa o amilasa, invertasa o sacarasa, catalasa, peroxidasa y lipasa.

Algunos expertos en nutrición atribuyen sus propiedades excepcionales a los fermentos que proporciona.

Conociendo la importancia de las funciones biológicas que desempeñan estos elementos minerales y orgánicos, no es de extrañar que se recomiende como sustituto de otros azúcares refinados, que sólo poseen valores energéticos.

Al captar por intermedio de la flor, las radiaciones vivificadoras del sol, la miel constituye una maravillosa fuente de elementos, y es probable que aún estemos lejos de haber desvelado todos sus secretos.

Y tengamos en cuenta que todo este análisis que realizamos para demostrar que la miel es un elemento que reúne los requisitos alimenticios de pureza determinados por Hashem en Su Torá, son solo un apoyo a las palabras de los sabios, pues aunque ellos no contaban con la tecnología ultra avanzada de la actualidad que permite develar cuestiones como la que abordamos recientemente, a pesar de ello, una vez más nos han demostrado que conocían como la palma de sus manos todo lo que acontece en el universo, y como funciona, sin necesidad de apelar a sistemas sofisticados, y todo eso, por contar con la Torá oral, entregada por Hashem a Moshé en el monte Sinaí conjuntamente con la Torá escrita.

Y aseveramos esto, porque el descubrimiento obtenido acerca del proceso de la miel, al que pudimos acceder valiéndonos del esfuerzo de mucha gente relacionada con el campo de la investigación, sumado a ultramodernos equipos y experimentos de laboratorio, sin nada de eso, los sabios sentenciaron en pocas palabras, en el tratado de Bejorot 7b lo que nos llevó tanto tiempo y esfuerzo develar, pues así escribieron: "La miel de abeja es permitida, pues la ingresan a su organismo (a la materia prima), y no le adicionan nada de su organismo".

Con esto, tenemos otra prueba determinante de la veracidad de la Torá oral, pues ¿Qué ser humano puede aseverar fenómeno semejante producido en el interior de un insecto tan pequeño sin contar con microscopios de alta tecnología y laboratorios convenientemente equipados?. Se puede llegar a esa conclusión sin contar con ese equipo, pura y exclusivamente, si el mismísimo Creador del universo lo revela, pues de lo contrario, resultaría prácticamente imposible.

jueves, 20 de noviembre de 2008

La miel y su uso farmalógico

INTRODUCCIÓN.

La miel como remedio - terapéutico fue descubierta por nuestros antepasados de forma empírica y desde hace mucho tiempo se conocen, entre otras, sus propiedades antisépticas, dietéticas, edulcorantes, tonificantes, calmantes, laxantes y diuréticas.

Aunque para muchos países occidentales la miel es un simple edulcorante sustitutivo del azúcar, para otros es considerada como un auténtico medicamento utilizado en múltiples afecciones.

Concretamente, en la antigua URSS los campesinos llamaban a las abejas "las farmacéuticas aladas". No obstante, también se le han atribuido a este alimento medicamento unas acciones farmacológicas que no posee, ensalzando propiedades que no manifiesta.


Existen autores que defienden la teoría de que la miel tiene las propiedades medicinales de las plantas de las cuales procede, atribuyendo a las diferentes mieles monoflorales procedentes de plantas melíferas medicinales sus propiedades curativas (Nahmias,1980).

Si bien es cierto que la mayoría de las plantas medicinales también son melíféras, no se puede generalizar y caer en el error de que tengan sus mismas propiedades, ya que las sustancias activas, a causa de los diferentes metabolismos de la planta, difícilmente llegan al néctar y cuando lo hacen no es en la cantidad suficiente para que sean eficaces.

En este trabajo se pretende pasar revista a las acciones y usos farmacéuticos de la miel, comprobados por experiencias clínicas, científicas o de uso popular, y que pueden llegar a explicar los verdaderos valores terapéuticos de este producto apícola.
TRATAMIENTO DE HERIDAS.

La miel posee un gran poder antibiótico y emoliente, por lo que ha sido utilizada desde siempre en el tratamiento de heridas, quemaduras, úlceras, etc., debido a su contenido en una sustancia de efecto antimicrobiano denominada inhibina (Dolci, Du & Dziao,l937).

En los papiros de Eberts y Smith, que datan de antes del año 1500 a. C. ya se aconsejaba tratar con miel las heridas.
Hipócrates, en su obra "Consideraciones sobre el tratamiento de las heridas", recomienda curarlas con miel.
Avicena, en su libro "Cánones de la medicina", escribe sobre la eficacia de la miel en el tratamiento de las úlceras profundas infectadas.

Plinio el Viejo (28-70, d. C) considera que la mezcla de miel con aceite de hígado de bacalao es el mejor remedio para tratar las heridas.
Según loirish (1985), el Dr. Lücke en 1933 propone tratar las heridas infectadas con un ungüento a base de miel y aceite de hígado de bacalao. El autor parte del hecho de que la miel actúa favorablemente sobre la desinfección y cicatrización de heridas infectadas, mientras que el aceite de hígado de bacalao contribuye a la regeneración del epitelio.

También cita las experiencias del cirujano ruso Krinitski, que obtuvo buenos resultados al tratar 52 casos con este mismo ungüento de miel y aceite de hígado de bacalao. Doce enfermos presentaban osteomielitis, 7 estaban afectados de hidradermitis, 3 sufrían paranefritis y 30 mostraban quemaduras. Según sus observaciones clínicas, la presencia de miel en la herida condujo a una elevación brusca del glutatión en el humor de la herida, jugando un papel importante en los procesos redox del organismo. Por tanto, se estimula la división y el crecimiento de las células y, en consecuencia, favorece la cristalización.

Ioirish (1985) también cita el caso de un médico ucraniano que utilizaba la miel en el tratamiento de heridas y úlceras rebeldes que cicatrizaban con dificultad. Relata el caso de un paciente mutilado de 25 años que tenía en el reverso de la planta del pie derecho una gran cicatriz. En el centro de ésta tenía una úlcera de 3 x 5 cm con un fondo profundo, de color gris brillante y con bordes necrosados. Este estado persistía desde hacía meses, y después de aplicarle un ungüento a base de miel la herida cicatrizó al cabo de 22 días.

Heinerman (1988) recomienda la aplicación de miel en el tratamiento de úlceras, lesiones herpéticas, grietas y llagas.

Para las úlceras varicosas crónicas, quemaduras y lupus eritematoso, aconseja una mezcla de miel y vaselina (80: 20).

También indica que de 50 casos de ulceraciones de la piel tratadas con miel, del 38-76% se curaron completamente, del 10-20% sufrieron curaciones parciales y sólo del 2-4% no tuvieron ninguna mejoría, cosa que demuestra la gran actividad cicatrizante de la miel en estas afecciones y confirma la utilización de la miel incluso en cirugía hospitalaria.

AFECCIONES CUTÁNEAS Y COSMÉTICA.

Los antiguos tratados de medicina rusa, como comenta Ioirish (1985), reflejan numerosos consejos sobre la forma de tratar las enfermedades de la piel con miel. Indica que 27 pacientes que sufrían de forúnculos y carbúnculos, fueron tratados exitosamente con miel.

Asimismo, resalta casos de curaciones de tuberculosis cutánea con la aplicación de vendas impregnadas con miel.

La miel tiene una acción benéfica sobre la piel a causa de las propiedades nutritivas, emolientes y bactericidas que posee y que la convierten en un excelente cicatrizante, como hemos indicado. La miel también nutre los tejidos epiteliales y las ramificaciones nerviosas subcutáneas.

La miel tiene una acción benéfica sobre la piel a causa de las propiedades nutritivas, emolientes y bactericidas que posee.

Así, la miel tiene buenas aplicaciones en cosmética a causa de sus propiedades calmantes, demulcentes, antiinflamatorias, epitelizantes, emolientes, hidratantes, refrescantes y tonificantes. Se puede utilizar en forma de lociones, geles, emulsiones, soluciones, cremas, jabones, ungüentos, stiks y pastas, entre otras formas, como indica Propersino (1988).

Se considera a la miel como un buen remedio para las arrugas, según Heinerman (1988), ya que proporciona suavidad y frescor a la piel. Recomienda su aplicación en forma de mascarillas y es un buen remedio para las pieles secas.

Antiguamente, ya Hipócrates y Avicena señalaban las propiedades de la miel para otorgar a la piel del rostro matices de frescor y juventud.

Como se ha indicado, la miel no sólo suaviza la piel, sino que además la nutre.

Gracias a su propiedad higroscópica, absorbe las secreciones cutáneas y actúa como desinfectante. Del mismo modo, la miel proporciona elasticidad y tersor a la piel, borrando arrugas y asperezas.

Los baños de miel también ejercen una acción médico profiláctica sobre la piel y sobre todo el organismo en dosis de 200-250 g de miel por baño.

Se pueden aplicar en baños fríos, tibios y calientes.

AFECCIONES DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS SUPERIORES.

El uso de inhalaciones a base de miel se remonta a una época muy antigua. Ioirish (1985) relata las curaciones de 20 pacientes afectados de atrofia evolutiva de las vías respiratorias superiores.

El autor utiliza un inhalador pulverizador, adoptado para pulverizar soluciones acuosas, usado con una solución de 10% de miel, durante 5 minutos. De los 20 enfermos tratados, solo dos no mejoraron. Haciendo uso de las inhalaciones, la miel actúa sobre las mucosas de la nariz, laringe y sobre los alvéolos pulmonares. De este modo, la miel ejerce un efecto bactericida local y fortificante general del organismo.

Por otra parte, este mismo autor cita diversas propiedades de la miel en el tratamiento de rinitis aguda y crónica, faringitis, bronquitis y otras enfermedades respiratorias.

La miel también ha mostrado grandes propiedades béquicas, utilizándose como antitusígena en infinidad de jarabes.

Heinerman (1988) recomienda su uso en caso de afonías, ronqueras, laringitis y ataques de tos.

AFECCIONES PULMONARES.

La utilización de la miel de abejas para curar afecciones pulmonares es un método conocido desde antaño.

Hipócrates indicaba que una bebida a base de miel es un buen expectorante y calmante de la tos.
Avicena recomendaba que al aparecer los primeros síntomas de tuberculosis se tomase una mezcla de miel con pétalos de rosa.

La miel mezclada con avellana constituye también un buen remedio para la tos crónica y favorece la expectoración.

En los casos de tuberculosis está recomendado tomar miel disuelta con leche o miel mezclada con grasa animal.

En el siglo pasado, las personas que padecían las hemorragias pulmonares tomaban miel pura o mezclada con jugo de zanahoria y nabo.

No obstante todo lo relatado, la verdad es que no han de atribuir propiedades curativas específicas para la tuberculosis por parte de la miel.

Unicamente se puede afirmar que siendo un tonificante contribuye al hecho de que el organismo aumente la resistencia a las infecciones.

Ioirish (1985) relata el caso de unos pacientes afectados de tuberculosis que tomaban 100-150 g de miel por día, observando que mejoraban su estado general, se producía un aumento de peso, una disminución de los abscesos de tos, un incremento de la cantidad de hemoglobina y una disminución de la velocidad de sedimentación de eritrocitos. Con tres pacientes afectados de absceso pulmonar, después de la ingesta de miel se observó una mejora del apetito, un aumento de peso, una disminución de la expectoración, una regulación de la diuresis y una mejora del aparato digestivo, con regulación del estreñimiento.

AFECCIONES CARDÍACAS.

El músculo cardíaco o miocardio trabaja constantemente y en consecuencia tiene necesidad de un suministro continuo de energía en forma de glucosa.

La miel contiene gran cantidad de glucosa fácilmente asimilable y produce un efecto muy favorable sobre el miocardio.

En todos aquellos casos en que la cura depende de la capacidad de trabajo de corazón, está indicada la miel con la finalidad de excitar su actividad y nutrir sus células.

También existen razones para suponer que la glucosa contribuye a la flebectasia (dilatación de las venas) y por eso mejora la circulación de la sangre del sistema coronario.

Según Ioirish (1985), el consumo prolongado, durante 1-2 meses, de 50-140 g de miel por día, en pacientes afectados con trastornos cardíacos, conduce al mejoramiento del estado general, a la normalización de la composición de la sangre, a la elevación de la cantidad de hemoglobina y del tono cardiovascular.

AFECCIONES DEL TRACTO GASTROINTESTINAL.

Muchos trabajos experimentales señalaban que la miel favorece el proceso de asimilación a nivel del intestino y sobre todo eficaz en casos de estreñimiento.

La miel progresa a través del tracto gastrointestinal y tiene influencia sobre los movimientos peristálticos.

Si se da a un grupo de pacientes una papilla de bario mezclada con miel, se retiene en el estómago de 1 a 2 horas más, en comparación con la papilla sola.

La miel también tiene incidencia sobre la secreción de jugo gástrico.

Se ha demostrado que la miel de tilo disminuye la secreción de jugo gástrico.

Numerosos autores, basándose en observaciones clínicas, han llegado a la conclusión de que la miel de abejas, sola o mezclada con los principales alimentos, dismínuye la acidez gástrica. Por lo tanto, se puede utilizar como medicamento y alimento dietético en casos de afecciones gastrointestinales acompañadas de hiperclorhidria, gastritis y úlceras.

Ioirish (1985) relata las experiencias del Hospital de Irkutsk en la ex URSS donde fueron tratados 600 enfermos de úlcera gástrica. En 302 casos la enfermedad cursó de forma normal: 76 pacientes sufrían hiperclorhidria, 67 tenían una acidez normal, 54 presentaban hipoclorhidria y 24 se quejaban de aclorhidria.

El tratamiento clásico, dieta y medicamentos, Ilevó a la convalescencia del 61% de los enfermos y persistieron los dolores en el 18%. En cambio con el tratamiento con miel se proporcionó la cura del 79,7 al 84,2% de los enfermos y cuando terminaron el tratamiento sólo el 5,9% presentaba dolores.

Los exámenes radiólogos mostraron que las úlceras habían desaparecido en el 29% de los enfermos sometidos al tratamiento clásico y en el 59,2% de los que fueron tratados con miel.
El tiempo de hospitalización de los enfermos tratados por el último método fue por término medio más corto.

Además se observó que la miel actuó como tónico general del organismo y se observó un aumento de peso, mejorando la composición de la sangre, normalizando la acidez del jugo gástrico y una disminución de la irritabilidad del sistema nervioso.

El mismo autor citado anteriormente recoge las experiencias del Hospital Ostroúmov de Moscú sobre 155 pacientes y llega a conclusiones semejantes: la miel normaliza la acidez y la secreción del jugo gástrico, suprime la pirosis, la eructación y los dolores.
En el caso de úlceras gástricas, la miel ejerce un doble efecto.

Por un lado tiene una acción local que favorece la cicatrización de la úlcera de la mucosa gástrica semejante a la que ejerce sobre las heridas y ulceraciones externas.
Por otro lado, tiene una acción fortificante de todo el organismo, sobre todo del sistema
nervioso.Este último efecto es de gran importancia, ya que hay una influencia marcada de la disfunción de los receptores del estómago con la aparición de este tipo de dolencias.

Como terapéutica se recomienda tomar miel como un medicamento 1,5 - 2 horas antes de desayunar y 3 horas después de cenar.

Un efecto excelente se consigue al tomar miel diluida en agua tibia.

El consumo de esta solución contribuye a la dilución de la mucosa de las paredes gástricas y a la rápida absorción de los azúcares sin irritar el intestino.

Además provoca una disminución de la acidez gástrica.

Contrariamente, una solución fría de miel, aumenta la acidez y disminuye el peristaltismo.
El consumo de miel inmediatamente antes de comer también estimula la secreción de jugo gástrico.

La miel también tiene propiedades terapéuticas eficaces en ciertos problemas de asimilación o de insuficiencia digestiva.

Por sus propiedades antisépticas, su acción sobre la flora intestinal es destacable, especialmente en lactantes.

En los problemas de estreñimiento una cucharada sopera de miel acompañada de fruta es lo más aconsejable como remedio natural.

Heinerman (1988) considera la miel como antidiarreica y la recomienda en caso de diarreas y disentería, aprovechando su poder antibiótico.

También Chezeries (1982) destaca estas acciones de la miel sobre el estómago y el aparato digestivo en general.

AFECCIONES HEPÁTICAS.

La acción de la miel sobre las afecciones hepáticas viene marcada por la relación glucosa/fructosa que contiene.

Estos azúcares son muy fácilmente absorbidos y posteriormente pasan con mucha rapidez al torrente sanguíneo.

La glucosa se absorbe rápidamente, lo que provoca una creación casi instantánea de energía que el cuerpo necesita.

La fructosa se absorbe más lentamente, manteniendo los niveles de azúcar durante un tiempo prolongado.

En la práctica clínica se está utilizando la miel en los tratamientos de enfermos del hígado.

Su alto contenido en fructosa consigue curaciones más convincentes que las de la glucosa sola. Este efecto se explica porque la fructosa activa los procesos de combustión de azúcares para la producción de energía y se calcula que acelera 10 veces su velocidad de reacción.

Con todo esto se consigue un aprovechamiento mayor de los otros azúcares y se necesita menos trabajo del hígado, al gastar menos glucógeno.

En el metabolismo hepático, la glucosa de la miel se transforma en glucógeno hasta un 29%.

Ioirish (1985) señala que en los hospitales y clínicas de la antigúa URSS se estaba utilizando la miel en casos de afecciones de hígado y de las vías biliares.

Se recomienda mezclarla con ricota, papillas de cereales y manzana.

Este mismo autor también destaca la influencia de la miel, el polen y la jalea real en los regímenes alimentarios de los enfermos con diversas afecciones hepáticas.

Destaca que las sales minerales, ácidos orgánicos, vitaminas, hormonas, enzimas,agentes antibióticos y otros elementos de la miel ejercen una gran función en los procesos vitales que se desarrollan en el hígado y en todo el organismo.

También indica que a los convalecientes a los cuales se les daba de baja del hospital, se les recomendaba tomar todos los días para desayunar 50 g de miel y una cucharadita de jalea real y por la tarde una cucharadita de miel y polen.

Chezeries (1985) también recomienda tomar miel en las insuficiencias hepáticas.

Señala que así se favorece la eliminación del alcohol de la sangre y ayuda a paliar los efectos del alcoholismo y de la intoxicación etílica.

AFECCIONES RENALES.

En diversas publicaciones médicas se mencionan estudios sobre las propiedades curativas de la miel en casos de afecciones renales.

Se recomienda que los enfermos con afecciones renales introduzcan la miel en su dieta, particularmente en casos graves. Su eficacia en este caso se explica por el hecho que contiene pocas proteínas y está casi libre de sales, que son las dos sustancias contraindicadas en el caso de afecciones renales.

Se recomienda sobre todo para edulcorar infusiones de plantas diuréticas.

Actualmente los médicos recomiendan en casos de enfermedades renales tomar miel con infusiones de rosa mosqueta y jugo de rábano.

Los especialistas consideran que el estado enfermizo de riñones, vejiga y vías urinarias con lleva a un malestar general de todo el organismo, quedando afectadas las actividades del corazón, hígado, sistema nervioso y sistema endocrino.

En estos casos la miel ejerce un efecto beneficioso ya que es una solución hipertónica que aporta el 37- 40% de glucosa.

La glucosa se absorbe con facilidad y alimenta las células de muchos órganos, regula el equilibrio osmótico de la sangre y los tejidos, pudiéndose utilizar también como diurético.

Chezeries (1982) recomienda la miel en casos de incontinencia nocturna de los niños, ya que al ser un producto higroscópico tiende a la absorción de agua.

ALTERACIONES DEL SISTEMA NERVIOSO.

En medicina popular se conocen desde hace mucho tiempo las influencias benéficas que tiene la miel sobre el sistema nervioso.

Las observaciones clínicas han mostrado que las soluciones hipertónicas de glucosa en inyección dan rápidos resultados en el tratamiento de ciertas afecciones del sistema nervioso.

Generalmente, ya después de las tres primeras inyecciones se observa cierta mejoría subjetiva: disminución de los dolores de cabeza, mejoría de la visión, etc.

Ioirish (1985) cita el tratamiento con miel en pacientes que sufrían corea o baile de San Vito, con molestas contracciones convulsivas en los músculos.

Señala que se obtuvieron, después de tres semanas de tratamiento y prescindiendo de otros tipos de medicación, muy buenos resultados.

Los pacientes recuperaron el sueño normal, desaparecieron los dolores de cabeza, disminuyó la astenia, la irritabilidad y se recobró el ánimo.

A las personas nerviosas extenuadas o fatigadas, con el fin de recuperar su estado normal, se les recomienda que tomen por la tarde un vaso de agua caliente con una cucharadita de miel y el jugo de medio limón o media naranja (Heinerman, 1988).

Chezeries (1982) considera a la miel con propiedades somníferas, relajantes e inductoras del sueño, por lo que la recomienda en la dieta habitual de los pacientes afectados con insomnio crónico.

ENFERMEDADES DE LOS OJOS.

En Egipto la miel de abejas era considerada como uno de los remedios más eficaces para curar las numerosas afecciones de los ojos, como lo demuestra el papiro descifrado por Ebers. Avicena recomendaba miel con jugo de cebolla, trébol y grama para el tratamiento de las enfermedades de los ojos, señalando que aclaraba la opacidad de la vista.

Ioirish (1985) destaca diversas experiencias en los hospitales soviéticos sobre la acción terapéutica de la miel en las afecciones oculares, sobretodo inflamaciones y quemaduras.

Aconseja tratar la inflamación de los párpados, conjuntiva y córnea, las úlceras y demás afecciones de los ojos, con una pomada a base de miel de eucalipto. Relata este mismo autor las excelencias de la miel en la curación de enfermos con queratitis aguda y escrofulosis. Las mejoras observadas en estos pacientes fueron: disminución de los procesos inflamatorios, mejoría de la visión y desaparición de síntomas subjetivos desagradables.

Se ha de resaltar que para tratar enfermedades oculares, se ha de utilizar miel estéril de panal.
Otros autores como Chezeries (1982) se hacen eco de la actividad terapéutica de la miel en las irritaciones de los ojos y recomiendan su uso en forma de instilaciones hechas con miel y agua hirviente.

ACCIÓN SOBRE LOS AGENTES NOCIVOS EXTERNOS.

También se han encontrado aplicaciones de la miel como protectora de los diversos agentes nocivos externos.

Para prevenir las enfermedades causadas por radiaciones, en algunos países se recurre a un preparado a base de miel.

Se aplica en forma de inyecciones intravenosas a base de miel desproteinizada y a unas dosis de 10 ml de una solución al 20-40%. Aplicada antes de cada sesión de radioterapia se reducen en gran parte las consecuencias derivadas del tratamiento con rayos X.

En el mercado europeo apareció un medicamento para tal fin denominado "Melcaína",constituido por una solución de miel sin proteínas con 1-2% de novocaína.

Heinerman (1988) indica que la miel atenúa los brotes alérgicos de la polinosis y recomienda, como preventivo, una cucharada de miel después de cada comida.

Stojko y col. (1987) demuestran la eficacia de la miel en el proceso de adaptación del organismo a las condiciones ambientales desfavorables.

Realizan un experimento en una fábrica de manipuladores de metales pesados, en la que 55 operarios se tratan con miel durante 6 meses y otro grupo de 50 operarios se toma como control.

La valoración de la experiencia consistía en una determinación clínica periódica de los parámetros fundamentales de los componentes del plasma y de la sangre, para cada grupo.

La comparación de los resultados, después de tres meses de tratamiento, fue que el primer grupo que tomaba la miel presentaba unos valores hemáticos similares a los standards y superiores a los del grupo testigo.

Esta diferencia fue más acusada a los 6 meses, al finalizar el tratamiento.

Finalmente, Heinerman (1988) indica que la miel atenúa los brotes alérgicos de la polinosis y recomienda, como preventivo, una cucharada de miel después de cada comida.

Este autor aprecia una disminución de los síntomas de la afección alérgica después de la ingesta de miel y observa una disminución notable de la lacrimación y de la mucosidad.

Tal vez su mecanismo de acción sea que el organismo elabora anticuerpos específicos a partir de las pequeñas cantidades de polen que contiene la miel, que actúa así a modo de vacuna. No obstante, se requieren estudios más profundos para llegar a una conclusión sobre este punto.


FARMACIA PROFESIONAL.
Bibliografía
· Chezeries JF (1982). Le miel et le produi ts de l.i ruche. M. A. Editions, París.
· Dold H, Du DH & Dziao ST (1937). Nachweis antibakterieller hitzenden lichtempfindlicher
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AGOSTO 1993

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Cual es la composición de la miel?

Independientemente de los tipos de mieles, muchos estudios científicos demuestran que la miel es una mezcla compuesta.

Estudios realizados en la Universidad de Wisconsin demostraron que la miel de abeja varía en su contenido de nutrientes, dependiendo de la región donde se produce. Tienen un variado rango de vitaminas, minerales y demás componentes beneficiosos para el organismo.

Según el Dr. Eduardo Katsiyannis, la miel de abeja oscura y cruda, sin procesar contiene mas vitaminas y minerales que las de colores claros y que la glucosa presente en la miel, ayuda en la absorción de minerales como el calcio y zinc.

Independientemente de los tipos de mieles, muchos estudios científicos demuestran que la miel es una mezcla compuesta principalmente por:


Los azúcares (carbohidratos) glucosa y fructosa . Ambos azúcares suponen el 75% en peso de la miel.

La miel también posee otros tipos de azúcares, así como La sacarosa, un disacáridos formado por la unión de fructosa y glucosa, constituye el 1% de la composición de la miel.

Otros disacáridos de la miel son la maltosa y galactosa. La fructosa es levemente más dulce que la sacarosa. En la mayoría de las mieles, la fructosa predomina sobre el resto de azúcares y esto hace que la miel sea más dulce que el azúcar.

También existen otros tipos de mieles que contienen más glucosa que fructosa. La miel puede llegar a ser hasta 1,5 veces más dulce que el azúcar.


Su tercer componente mayoritario es el agua, aproximadamente un 20%


La miel contiene además, , minerales como fósforo, magnesio, calcio, hierro, sodio y potasio.

Vitaminas como el ácido ascórbico (vitamina C), tiamina (vitamina B1), riboflavina (vitamina B2), ácido nicotínico y piridoxina (vitamina B6), excepto la vitamina A.

Ácidos orgánicos como el acético, butírico, cítrico, fórmico, fólico, glucónico, láctico, málico, piroglutámico, y succínico. El ácido orgánico principal es el ácido glucónico. Los ácidos orgánicos (alifáticos y aromáticos) presentes en la miel influyen sobre su sabor, sobre todo los aromáticos. El PH ácido de la miel inhibe la presencia y crecimiento de microorganismos.

Contiene cerca de 18 aminoácidos libres, pero están presentes en cantidades pequeñas (casi el 0,1% de su peso) desde el punto de vista nutricional. El aminoácido prolinaes el más abundante.

Además de todos estos elementos, la miel posee proteínas, hormonas estrogénicas, inhibinas y sustancias con acción insulínica y colinérgica.

La miel líquida contiene, por cada 100 gramos, unos 82 g de carbohidratos y proporciona unas 304 kilocalorías. Así, una cucharada de miel con 21 gramos, contiene aproximadamente 17 gramos de carbohidratos y a razón de unas 4 kilocalorías por gramo, su poder calórico será de 68 kilocalorías (kcal).

La miel es higroscópica ya que es rica en azúcares como la fructosa y puede absorber el agua fácilmente bajo ciertas condiciones. El color y sabor de la miel de abeja no se deriva de las abejas, sino de la fuente de donde las abejas extraen el néctar y fabrican la miel.

La miel y sus efectos antibacteriares

.
La miel es un excelente remedio para tratar las colonias de bacterias invasoras que se asientan en nuestra piel, logrando así su exterminio en mayor medida que lo que podría hacer un antibiótico convencional, lo cual ha sido comprobado por el Academic Medical Center de Amsterdam.
En colonias de bacterias reconocidas como la E. Colli la utilización de parches de tratamiento con miel sobre la piel de los afectados, las colonias de bacterias se lograron reducir hasta cien veces más que con un tratamiento convencional.
Las bacterias mutan demasiado, y en algunos casos ya ni se crean antibióticos que sean eficaces debido a lo costoso de esta tarea. Por el contrario, la medicina natural muchas veces esconde respuestas que existen ante nuestras narices, o a veces ante nuestros paladares. La miel es una de ellas.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Dulces Remedios

Uso medicinal de la Miel de Abejas

La miel es el endulzante natural más sano y beneficioso para la salud. Se trata de una emulsión densa y de gusto dulce, debido a que contiene diferentes monosacáridos y polisacáridos que tienen como fin alimentar a las abejas más jóvenes durante su desarrollo.

La miel es producida por una variedad especial de abejas, las melíferas. Estos animales toman el néctar de las flores y lo convierten en miel en unos sacos especiales en el interior de su tubo digestivo. Posteriormente se deposita en cubículos especiales en el interior de la colmena, donde madura.
Numerosos animales, en especial mamíferos superiores, toman la miel como una parte importante de su alimentación. De igual forma, algunas especies de insectos producen una solución similar a la miel con productos de las flores y de algunas plantas.
El color de la miel suele ser un amarillo dorado muy agradable a la vista. No obstante, su coloración y sabor dependen en gran medida del tiempo de maduración y de su procedencia. La miel que tiene un color más amarillo y menos anaranjado se considera de mejor calidad. Las mieles de mejor sabor y textura se elaboran a partir de la flor de azahar, sin embargo las más consumidas son las que se hacen a partir de una especie de gramínea.
Su habilidad para absorber con facilidad el agua presente en el aire la ha convertido en un humidificante muy recurrido en diversas industrias.
La cristalización de los azúcares contenidos en la miel obligan a calentarla para su venta al público. Se guarda en recipientes herméticos para evitar que vuelvan a formarse estructuras cristalinas. No obstante los cristales de fructosa se utilizan en la preparación de hidromiel por su facilidad para fermentar.
Es un excelente alimento, de gran valor nutritivo. Contiene vitaminas del complejo B y proporciones muy equilibradas de hierro, calcio, potasio, fósforo y sodio. Sus propiedades medicinales son ampliamente conocidas, y muy numerosas. Además de la miel, las abejas producen otras sustancias muy beneficiosas para la salud como la jalea real, el propóleo, la cera y el polen.
Indicaciones
La miel es la base de muchos jarabes naturales preparados con fines médicos. Depurador de la sangre, revitalizador y tónico cerebral.
Una cucharada de miel cada mañana en ayunas ayuda a limpiar las vías sanguíneas y a empezar el día con ánimos renovados.

Irritación e inflamación de la garganta
Su poder astringente hace que los gargarismos con miel sean un remedio excelente para este tipo de afecciones.
Para contusiones, heridas, golpes, torceduras, grietas en los pezones de las madres lactantes. La miel de abejas con la pulpa de papaya ablanda cicatrices viejas y las minimiza.

Para acabar con las estrías y la celulitis. Se toma la pulpa de siete mangostanes, se les agregan dos feijoas, una cucharada sopera de miel, una cucharadita de polen de abejas, dos gramos de jalea real pura y, si se desea, dos a cinco gramos de clorofila que se saca del extracto de la espinaca, de la col o del apio. Se mezcla todo y se licua, dejando para el final la jalea real.

Para rejuvenecer la piel, fortalecer el cabello, reducir el estrés, ordenar el ciclo de sueño y regenerar las funciones del sistema endocrino. Se licuan de tres a cuatro feijoas, se mezclan con miel de abejas y un gramo de jalea real puro. Se le puede agregar una cucharadita de polen de abejas. Consumir antes del desayuno por ciclos de 30 días descansando por 15 días.

Para el acné. Preparar una mascarilla con diez gramos de cáscara de papaya, diez gramos de pulpa de mango y una cucharada de miel de abejas. Se mezclan los ingredientes y se aplica en el rostro por 20 minutos.

Para suavizar la piel. Se mezclan guayaba, mango, papaya y miel de abejas y se deja actuar durante 20 minutos.

Para nutrir y humectar la piel mixta. Se machaca un aguacate y se la agrega miel de abejas; dejar actuar sobre la piel durante 20 minutos.

Laxante y emoliente. Consumir cirurlas en ayunas con miel.
Para la tos. Se toma una granada agria y se le extrae el zumo, luego se le añade miel y se coloca en un recipiente, revolviendo bien hasta que se disuelva la miel. Se calienta un poco y se toma. También puede abrirse un coco (conservando su cubierta fibrosa) y se le añade miel de abejas y se pone a fuego. Se deja hasta que se forme un jarabe que se toma cada dos o tres horas.

Para la tos. Se corta una piña sin cáscara, sólo el corazón y la pulpa, y se pone a hervir con miel de abejas durante cinco minutos. Se consume tibio.

Expectorante. Se toma un sartén pequeño muy limpio (que no tenga grasa) y se pone al fuego. Se va cubriendo con rebanadas de la pulpa de mango hasta cubrir el fondo, se le agrega una cucharada y media de miel de abejas y se pone a fuego lento. El jarabe que va resultando se consume inmediatamente. Cuando ya no suelte más jarabe la masa que queda, se consume caliente.

Para regenerar las células. Tomar de 3 a 5 albaricoques frescos, añadiendo una cucharada de polen y dos de miel de abejas. Consumir dos horas antes del desayuno por 15 días.

Catarros. Se mezcla un vaso de jugo de sandia previamente colado con una cucharada de miel, se calienta y se toman tres cucharadas cada dos horas entre comidas.

Mascarilla nutritiva y refrescante para cutis normal y seco. Machacar dos o tres fresass con una cucharada de crema de leche y una de miel. Aplicar durante quince minutos en el rostro y limpiar con algodón empapado en leche.

Para limpiar cutis grasos y con espinillas. Mezclar cincuenta gramos de requesón con una cucharada sopera de miel. Dejar actuar durante 20 minutos y retirar con un algodón empapado en leche.

Asma. Tomar en ayunas jugo de perejil, mezclado con leche muy caliente y miel.

Tos persistente, resfriados, gripe, catarros. Tomar una manzana y quitarle el corazón, poner en el lugar del corazón una cucharadita de miel de abejas. Poner a fuego lento a cocinar hasta que desprenda un jarabe que deberá mezclarse con el zumo de un limón.

Ronquera. El zumo de limón al cual se la añade el zumo de la cebolla (se ralla y el jugo se cuela), con miel de abejas, es excelente en caso de ronquera y problemas del sistema respiratorio.
Para la tos, ronquera laringitis. Se mezclan partes iguales de miel de abejas y jugo de limón colado, se calientan y se toman cada dos horas. A los adultos una cucharada sopera, a los niños una cucharadita.

Molestias de la garganta, tos, tos crónica. Triturar un platano bien maduro hasta formar una masa, agregar a esta masa el zumo de un limón grande, una naranja o una mandarina, y una cucharada colmada de miel de abejas, y poner a calentar a fuego lento por unos cinco minutos. Consumir inmediatamente. Especialmente efectivo hacerlo antes de acostarse.
Reumatismo. Machacar las semillas de la amapola y mezclarlas con miel.
Resfriados, tos, bronquitis. Hervir diez gramos de semilla de hinojo en medio litro de leche o agua, agregándole miel de abejas. Tomar varias tazas durante el día.

Para los parásitos. Tomar semillas de limón machacadas y endulzadas con miel.

Problemas digestivos, hipertensión, corazón, nervios. Pelar y preparar una pasta con la pulpa de las manzanas, poner a fuego lento con igual cantidad de miel hasta que se forme un jarabe que debe consumirse fresco.

Para controlar la alopecia o calvicie:
Ingredientes:
10 Gramos de pulpa de papaya fresca
10 Gramos de pulpa de mango
1 guayaba madura
1 feijoa pequeña
½ vaso de agua
1 Cucharada de polen de abejas puro
2 Cucharadas de miel de abejas pura
Preparación: se licuan las frutas con medio vaso de agua, se cuela, se agrega el polen y la miel. Si es para cabello normal se aplica una vez por semana; para cabello graso, agregarle 10 gotas de limón (tres veces por semana); si es seco, una cucharadita dulcera de aceite de almendras almedras (dos veces por semana).
Aplicación: todo se mezcla sobre el cabello, sin masajearlo. Se debe utilizar un gorro de baño durante diez minutos. Es importante que no se use champú porque con esta masa, el cabello queda completamente limpio.
Esta fórmula también sirve para estimular el folículo piloso que no está muerto. Esta fórmula es indicada para la alopecia abreata producida por hongos, medicamentos y quimioterapia.
Para fortalecer el cabello y evitar su caída. Mascarilla de guayaba mezclada con pepino, zahahoria, aloe y miel de abejas.
Contraindicaciones
Se recomienda controlar su consumo para personas diabéticas o con problemas de azúcar en sangre.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Propiedades Curativas de la Miel de abeja

Gastroenteritis

Las infecciones de la zona intestinal son comunes a través del mundo, afectando a la gente de todas las edades. La diarrea infecciosa exacerba deficiencias alimenticias de varias maneras, pero como de cualquier infección, se aumenta la demanda calorífica. La miel pura tiene actividad bactericida contra muchos organismos enteropatógenos, incluyendo los de la especie de las salmonelas y de Shigella, y Escherichia coli

Estreñimiento y diarreas

Siguiendo con las acciones de la miel a nivel intestinal, también es aplicable a personas estreñidas ya que por su contenido en acetilcolina estimula el peristaltismo del intestino. También tiene un ligero efecto aperitivo que facilita la digestión y asimilación de otros alimentos, al ser de asimilación rápida, no produce fermentación alcohólica.

Sus ácidos libres ayudan a la absorción de las grasas. En los casos de diarreas bacterianas es de suma utilidad por su efecto antibiótico. Además debe utilizarse junto al yogurt en pacientes sometidos a tratamientos con antibióticos que producen disbacteriosis. La combinación de miel y yogurt repondrá la flora intestinal vaciada por los antibióticos, con evidente mejoría de la diarrea y del estado general del paciente. Al regularizar el tránsito intestinal aumenta la eliminación de toxinas lo que se refleja en la mejoría y embellecimiento de la piel.

Gastritis y úlceras de estómago

Uno de los mejores usos de la miel, que se encuentra poco conocido y muy mal interpretado es su efecto cicatrizante e inhibidor de la acidez estomacal en gastritis y úlceras. Es necesario comprender el funcionamiento normal ( y anormal) en un estómago para entenderlo. Normalmente el estómago tiene jugos muy ácidos para realizar el proceso de digestión. También tiene una protección (mucosa) para que estos ácidos no lo ataquen. Tanto las gastritis como las úlceras de cualquier origen, afectan esta mucosa permitiendo que el estómago se autodigiera. Paralelamente a ello suele haber una mayor secreción de ácidos. Por los mecanismos de retroalimentación del organismo, si se ingiere una sustancia alcalina ( contrario al ácido), habrá un alivio temporario y luego la reacción de ese organismo –para compensar- será aumentar el ácido. Este es el efecto "rebote", por lo cual se dejó de lado hace tiempo las dietas lácteas, (alcalinas) y deberían dejarse también los antiácidos aún no provocando el "rebote", solo se lograría un alivio sin mejoría del problema de base.

Los ácidos orgánicos débiles, (fruta y miel) pueden dar una sensación de mayor acidez inicial; pero por el sistema de retroalimentación inhiben la secreción de ácido al estómago.

También aportan vitaminas (las frutas) y un amplio poder cicatrizante (la miel de abeja) con lo que se pasa de un alivio a un tratamiento curativo.

Si todo ello fuera poco, hoy se sabe de la capacidad antibacteriana de la miel frente al Helicobacter Pylori, bacteria que hoy se la conoce como responsable de gran parte de los inconvenientes de las úlceras y gastritis; con probable relación con el cáncer gástrico.

A algunas personas le da acidez temporaria. En realidad lo que ocurre es que sobre la base de su higroscopía (capacidad de absorber humedad) la miel deshidrata la mucosa del estómago (cuando este está vacío) contrayéndolo y causando solo la sensación de acidez. Este efecto dura pocos minutos.

Estudios clínicos han demostrado que la miel reduce la secreción de ácido gástrico. Además las úlceras gástricas han sido tratadas con éxito con el consumo de miel como complemento dietario. En 600 pacientes con úlcera gástrica a los que se les administró miel en forma oral, se consiguió un indice de recuperación del 80%. El examen radiológico demostró que en un 59% de los casos las úlceras desaparecieron.

La miel, deliciosa mezcla es un producto perfectamente asequible y recomendable para personas de todas las edades por sus beneficiosos aportes a la salud. La miel se suele utilizar como el acompañante ideal de bebidas, cereales, yogures, jugos, turrones, panes postres, salsas y un sinfín de alimentos. La Academia Americana de Pediatría y el Consejo Nacional de Miel de Abeja de los Estados Unidos recomiendan la miel de abeja para niños después del primer año de vida, de ahí que las empresas fabricantes de alimentos para niños incorporan la miel a cereales como trigo, avena y maíz para el deleite del pequeño paladar y el fortalecimiento del sistema inmunológico del niño.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Mascarllas con Miel de Abeja

Debido las constantes consultas, en relación al valor de la miel de abeja en la belleza, se ha recopilado los mejores articulos encontados en la Web con el proposito de ahorrarles tiempo de investigación.

La miel ha sido usado en mascarillas de belleza desde los tiempos de Babilonia. Es muy usada en cremas y humectantes en la actualidad por sus incomparables beneficios. Para leer sobre los beneficios de la miel en la piel.


Leche y miel
Humectante para todo tipo de piel
Receta:
2 cucharaditas de miel
2 cucharaditas de leche
Preparación y aplicación:
Mezclar bien y aplicar sobre piel limpia dejar por 10 minutos después lavar con agua al tiempo. Deja la piel suave y humectada.

Miel y almendras
Este es un humectante y exfoliante para las manos, codos o rodillas ásperos
Receta:
1 cucharadita de miel
1 cucharadita de aceite de almendras
6 gotas de jugo de limón
Preparacón y aplicación:
Mezclar todo y aplicarlo en las manos o donde se desee. Dejarlo por 10mintuos y lavar.

Miel y yogurt
Mascarilla humectante y purificante para todo tipo de piel.
Receta:
1 cucharadita de miel
1 cucharadita de yogur
Preparación y aplicación:
Mezclar bien y aplicar sobre la piel limpia dejar 10 minutos y lavar.

Fresas y miel
Mascarilla exfoliante para pieles normal, grasa o mixta
Receta:
2 fresas
1 cucharadita de yogur
1/4 cucharadita de miel
1/2 cucharadita de fécula de maíz (maicena)
Preparación y aplicación
Mezclar todo y ponerlo en la piel limpia por 10 minutos o más.

Miel y piña
Mascarilla exfoliante y purificante para piel grasa, normal y mixta
Receta
1 rodaja de piña
1/2 cucharadita de miel
1 cucharadita de crema
1 cucharada de avena en polvo
Preparación y aplicación
Poner todo en la licuadora o procesadorAplicar sobre la piel limpiaDejar 10 minutos y lavar

Miel y Limón

Una de las mascarillas mas usadas es miel con limón. Esta es una mascarillas excelente para limpiar la piel y balancear los niveles de aceites naturales en la piel (que la hacen grasosa). La miel y limón también es usada como remedio casero para infecciones en la garganta.
Miel y Arcilla
La miel y la arcilla hacen una combinación excelente. Ayudan a todas las pieles. Alimenta el cutis y ayuda a limpiarlo. La consistencia depende de tu gusto usualmente debe de haber mas arcilla que miel para que se adhiera a la piel sin problema.
Miel y Avena
Exfoliante y limpiador. Mezcla 1/4 taza de avena y una cucharadita de miel. Si quieres puedes ponerle también 2 cucharadas de yogur sin sabor ni azúcar. Aplícalo sobre la limpia y húmeda. Déjalo 15 minutos sobre la piel.
Miel para el acné
La mascarilla de miel es una de las más eficaces para luchar contra el acné. Solo hay que calentar cinco cucharadas de miel y extenderlas suavemente sobre la zona afectada. Se deja reposar la mascarilla para el acné durante un cuarto de hora y luego se retira con agua tibia. Es muy recomendable aplicar una loción de tomillo o un tónico astringente después de usar la mascarilla de miel ya que la piel puede quedar reseca.
Miel y Huevo
Para la piel seca. Una cucharada de miel y un huevo ayudan a humectar la piel deshidratada y seca.
Miel, zanahoria, aguacate y leche
½ taza de leche (o crema de leche)
1 zanahoria, cocida y hecha puré
1 aguacate pelado, sin semilla y hecho puré
3 cucharadas de miel
Se unen todos los ingredientes en un recipiente y se revuelve hasta hacer una pasta homogénea. Se extiende por la cara y el cuello. Dejar la aplicación por 15 minutos y luego retirar la máscara enjuagando con agua fría.
Miel y pepinos
Esta mascarilla es natural, de fácil elaboración y aplicación: se recomienda para suavizar la piel y cerrar los poros.
Receta
1/2 pepino, pelado
1 clara de huevo
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de miel
8 cucharaditas de avena en polvo
Preparación y Aplicación
Mezcla todos los ingredientes y procésalos en un robot de cocina, hasta que se forme una pasta suave. Coloca la preparación en el refrigerador durante 10 minutos.
Luego retírala del frío, y aplica con tus dedos una capa gruesa de la mezcla sobre tu rostro y cuello limpios y secos. Déjala durante 15 minutos.
Enjuaga con abundante agua tibia. Seca bien, si es necesario, dale palmaditas.

Máscara nutritiva con miel y plátano
1 plátano bien maduro
1 cucharada de leche o nata
1 cucharada de miel
1 yema de huevo
Se mezclan bien los ingredientes hasta formar una pasta homogénea. Se aplica en la cara y el cuello y se deja durante 15 minutos. Se retira con abundante agua tibia
.

Aplicando Estas Mascarillas

  1. Limpia la piel. nunca apliques mascarillas sobre piel con cosméticos maquillaje, aceites naturales o contaminación ambiental. La razón: es una perdida de tiempo no obtendrás ningún resultado, porque la mascarilla no va a penetrar.
  2. Antes de aplica la mascarilla asegúrate que tienes 10 o 15 minutos para ti. Si no dejas la mascarilla suficiente tiempo o si estas limpiando la casa mientras tienes la mascarilla puesta no obtendrás máximos resultados. Aplica la mascarilla y déjala de 10 a 15 minutos.
  3. Límpiate la cara con agua tibia (mas fría que caliente), no uses jabón. Aplica tónico o astringente para terminar de limpiar la piel y cerrar los poros. Si lo deseas puedes ponerte tu crema humectante y crema de ojos al final.
  4. Tomate una taza de te de manzanilla o de otras hierbas después de la mascarilla, relájate unos minutos y disfruta de tu relax.

CLASIFICACION DE MASCARILLAS

La miel, las verduras y la fruta son una fuente rica en vitaminas, pero el tabaco por ejemplo destruye la vitamina C. También aconsejamos usar siempre una crema hidratante con protección solar, para evitar la aparición de manchas solares y arrugas. Mantén el cutis siempre hidratado y límpiate el cutis por la noche y por la mañana.Trata de dormir siete u ocho horas diarias y date un paseito todos los días. Intenta beber 1,5 litros diarios entre comidas: notarás la piel hidratada, eliminarás toxinas (recomendable también para personas estreñidas) y tu riñón se verá estimulado.

Es fundamental que antes de aplicarte la mascarilla elimines todo rastro de maquillaje y suciedad, para que los principios activos puedan penetrar y ser absorbidos por la dermis. Es muy recomendable que durante los 15 minutos que tengas puesta la mascarilla, estés tumbada y relajada (puedes ponerte una música suave), para que los principios activos penetren y sean absorbidos en profundidad. Aplícate sobre los ojos dos rodajas de pepino o unos algodones empapados en manzanilla fría, ayudará a descongestionar y nutrir el contorno.

Antes de aplicarte cualquier producto debes determinar las necesidades de tu piel, preferentemente con ayuda de una especialista, para elegir la mascarilla más adecuada. Las mascarillas se dividen en los siguientes grupos:

  • Antiarrugas

1) Miel, aguacate, nata, zumo de limón y zanahoria.

2) Miel, ciruelas.

3) Miel, aceite de albaricoque, zumo de limón.

4) Miel, plátano, nata.

5) Miel, calabaza, nata, yema de huevo.

  • Revitalizantes

1) Miel, levadura de cerveza, huevo.

2) Miel, fresas, huevo.

3) Miel, plátano, harina de avena.

4) Miel, aceite de oliva, harina de avena.

  • Regeneradora

1) Miel

  • Hidratantes

1) Miel, yogur natural, zumo de limón, yema de huevo.

2) Miel, manzana, naranja.

3) Miel, yogur natural, fresas, pepino.

4) Miel, yogur natural, yema de huevo.

5) Miel, patata madura, zumo de limón, leche, clara de huevo.

  • Antimanchas

1) Miel, leche, zumo de limón.

2) Miel, fresas.

  • Nutritivas

1) Miel, yema de huevo, aceite de oliva.

2) Miel, fresas, aceite de almendras dulces.

3) Miel, papaya.4) Miel, yema de huevo, manteca de cacao, agua de rosas.

  • Purificantes

1) Miel templada.

2) Miel, pepino.

3) Miel, arcilla verde, agua templada.

  • Exfoliante

1) Arcilla verde.

Para que los principios activos penetren en profundidad y los 20 min. te sirvan para eliminar el estrés acumulado durante toda la semana, aconsejamos que mientras tengas puesta la mascarilla, te des un baño relajante. Existen sales de baño y productos cosméticos excelentes en el mercado, que te dejarán la piel sedosa e hidratada.

MIEL DE ABEJA

MIEL DE ABEJA
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